Hola a todos y a todas,
Había escuchado que cada parto era diferente, que el primero no tenía nada que ver con el segundo y en mi caso así fue.
En esta ocasión nuestra pequeña nació en la semana 39+6. ¿Esto qué quiere decir? Que yo hacia la semana 40 el sábado 28 de marzo. Y que todos los sábados durante el embarazo sumaba una semana más. Al nacer en la semana 39+6, se me adelanto un día a la fecha prevista de parto (Fpp) y nació el día 27. Ese viernes tenía monitores y ginecólogo pero finalmente no pude acudir a esas consultas.
Esa madrugada, me levante al baño a orinar como venía haciendo durante todo el embarazo. Pero, ¿cuál fue mi sorpresa? Había manchado y me empecé a agobiar, y sobre todo por la situación en la que nos encontrábamos (el confinamiento). En ese momento no sabía si lo mejor era ir directamente a urgencias o llamar al 112 para que me resolviesen mis dudas. Finalmente, decidimos irnos directamente a urgencias. Allí, con todas las medidas a seguir, primero me hizo la matrona unas preguntas y después me pasaron a monitores. En monitores vieron que sí que tenía algunas contracciones. Contracciones que el último mes yo decía que era de las de Braxton Hicks. 😄
Después de estar un rato en monitores, me volvieron a pasar a consulta para ver de cuanto esta dilatada. En ese momento, que serían sobre las 3:30- 4 de la madrugada, estaba de 2-3 centímetros. Me dijo la matrona que si no vivía muy lejos lo mejor era que nos fuésemos a casa. Que intentásemos descansar un poco, que me diese una ducha y seguramente en unas horas estaría de parto. Así que con sus consejos y dada la situación nos fuimos a casa.
En casa nos volvimos a meter en la cama pero yo no pude dormir nada. Cada vez tenía más contracciones, eran más cañeras y cada menos tiempo.
A las 7:20 tenía contracciones cada 2 minutos – minuto y medio, así que me levante a desayunar algo. Cuando termine fui a despertar a mi chico. Mientas él desayunaba me di una ducha. Cada vez las contracciones iban siendo más intensas. Así que, esta vez antes de irnos a urgencias, fuimos a despedirnos de nuestra guindilla y a avisarle que nos íbamos al hospital que la bebe iba a nacer.
Entrabamos en urgencias a las 9, más o menos. En ese momento la matrona de urgencia me volvió a hacer un tacto para ver de cuanto estaba dilatada y me dijo que estaba de 7 centímetros y que directamente iba a la sala de dilatación. La matrona que estaba en ese momento era otra diferente a la de la noche y me dijo que ella me recomendaba no ponerme la epidural porque aunque iba a ser intenso iba a ser rápido.
Después de verme la matrona de urgencias y ver cómo estaba me pasaron a la sala de dilatación. En cuanto llegue le pregunte a la matrona que iba a estar conmigo, hasta cuando podía ponerme la epidural. Ella me dijo que si me la iba a poner que la pidiese en ese momento porque si esperaba y luego me la quería poner ya no iba a poder. Y nos dejó para que me lo pensase.
Mientras me iba cambiando, mi pareja iba rellenando el consentimiento de la epidural por si decidía ponérmela. En un momento que entro la matrona y justo me vino una contracción decidí que me la ponía. No sabía cuánto iba a durar el parto, había dormido muy poco y las contracciones cada vez iban a más y no sabía si iba a ser capaz de aguantar ese dolor. Toda la vida creo que he sido bastante sufridora pero estaba sensible y no quería sufrir.
Después de pedir la epidural, la anestesista llegó enseguida y la verdad que tenía otro recuerdo de cómo me la habían puesto en el primer parto. En mi primer parto cuando me terminaron de poner la epidural recuerdo que estaba mareada. Esta vez no me ocurrió lo mismo y, además, pude ir cambiándome de lado para que fuese haciendo efecto en las dos piernas por igual.
Con las contracciones seguía notando las contracciones bastante pero no había roto la bolsa. En un momento dado intentaron romperla, pero sin éxito porque debía tener poco líquido y la niña debía estar muy pegada a la bolsa, así que lo dejaron y esperaron a que se rompiese la bolsa sola.
No sé qué hora sería, supongo que la 13:30 o por ahí volvieron a pasar. Yo seguía con bastantes contracciones y me volvieron a hacer un tacto. Ahí vieron que ya se había roto la bolsa y ya estaba completa, así que me dijeron que si me venían contracciones y quería ir empujando podía hacerlo. La verdad que si iba empujando no me dolían tanto las contracciones. De hecho me aliviaba un poco.
Así que nada, al poco rato (o eso es lo que me pareció a mí) me llevaron a partos. Durante el expulsivo me ofrecieron un espejo por si quería verle, cómo con la mayor, y por supuesto que lo acepte. También me ofrecieron cogerla para ir sacándola y seguí sus instrucciones. Creo que al final la cogí cuando ya había sacado un hombro porque venía con un par de vueltas de cordón al cuello. Así que nada en seis empujones teníamos a nuestra morenita con nosotros. Me la puse encima mientras me limpiaban para ver si necesitaba que me diesen algún punto, cosa que no ocurrió. No me había desgarrado y eso que la señorita peso 3500 gramos.
Tengo un recuerdo maravilloso! Y llore y llore mientras me la ponía encima. Mientras me cogía el pecho nos llevaron de nuevo a la sala de dilatación a hacer el piel con piel durante dos horas. Antes de subirnos a planta la enfermera junto a mi pareja fueron a pesar a la pequeña y fue cuando nos enteramos que había pesado los 3500 gramos. 😄
Posteriormente, en planta estábamos solos en la habitación y así, fue, hasta que nos dieron el alta. Con respecto a las enfermeras, matronas… Todo el personal que nos atendió en esas 24 horas en planta, tengo mejor recuerdo que con la mayor.

Y, bueno, este fue mi parto durante el confinamiento de la pandemia, por Covid-19.
¿Cómo fueron vuestros partos? ¿Fueron iguales o diferentes? ¿Cómo fue el trato recibido por parte del personal?
Espero que os haya gustado y que me contéis vuestras experiencias. Me gustaría leeros!
Judith
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