Hola a tod@s,
En Diciembre de 2018 nos planteábamos nuestro proyecto deseado, es decir, la llegada de un nuevo miembro a la familia. Así que decidimos ponernos manos a la obra!!😉
Una vez que lo decidimos yo empecé a trabajar las 8 horas por razones económicas.
Primero me descargué la típica aplicación que vas apuntando tus períodos para conocer tus ciclos. Y en Enero llegó el primer negativo. Fue un poco palo, sobretodo para mí. Y digo que fue un palo porque con nuestra guindilla el positivo llegó a la primera. Y pensé que esta vez sería igual pero no fue así.
Todo hay que decirlo, que pocas veces creo que se consiga a la primera según lo que me dijo la ginecóloga.
En el trabajo me cambiaron de puesto y estuve de formación prácticamente hasta que me cogí las vacaciones de verano. Si a esto le sumamos trabajar las 8 horas con cambios de turnos, estudiando y viendo poco a mi familia; psicológicamente y físicamente estaba agotada.
Llegó Febrero y paso lo mismo. Otro negativo! Y encima me hicieron la típica citología rutinaria que realizan cada “3 años” en la Seguridad Social. Y para colmó los resultados no salieron bien. Bueno, sí pero no. Para mí fue otro palo porque me detectaron alteraciones del Papiloma. ¿Sabéis que es? Creó que este tema se merece otra entrada como dije en la de Balance del 2019.
Aquí ya entramos en debate si seguíamos intentándolo o nos plantábamos.
A la semana de los resultados me llamaron para hacerme una biopsia. Parecía que estaba bien, hasta que salí de la consulta y me entró el bajón. Nosotros tras comentarlo con la ginecóloga seguimos intentándolo pero el positivo no llegaba.
A finales de Junio, decidí llamar al privado al que fui en alguna visita en mi anterior embarazo para que me hiciera una revisión completa. No es que no me fiase de lo que me dijeron en la Seguridad Social, pero sólo con la citología no quería quedarme.
Quería que me hiciesen una revisión, ver si realmente mi aparato reproductor funcionaba correctamente o tenía algún otro tipo de problema.
Y la verdad que salí muy tranquila porque me explicó y me miró todo muy bien. Nos dio algunas recomendaciones que debíamos hacer.
Y ya estando de vacaciones, sin agobios de estudio ni trabajo seguimos las directrices que nos había dado la ginecóloga del privado.
Creó que la cabeza a veces es muy traicionera y nos hace pasar por malos ratos.
A finales de Julio, el fin de semana antes de que tuviese que volver a trabajar nos fuimos de casa rural con los amigos. Ese fin de semana me tenía que bajar pero no bajo en todo el finde, así que en cuanto llegamos a casa lo primero que hicimos fue hacernos un test.
¿Y cuál fue el resultado?
Nuestro positivo deseado!!

Como os decía, creó que la cabeza es muy traicionera y que las vacaciones nos sentaron muy bien. En especial a mí, que desconecte de todo para conectar conmigo y mi familia.
¿Vosotros también pensáis qué la cabeza puede ser muy traicionera?
Os leo!!
Un besito!!
Judith