Después de casi un año sin publicar nada en el blog, hoy me decidí a hacerlo.
Desde mi última entrada han pasado muchas cosas.
En Enero empecé a trabajar la jornada completa y encima a tres turnos, así que os podéis imaginar que revolución era esta casa.
Si a eso le sumamos que sigo estudiando para acabar la carrera, eso supuso que muchas horas de las que no trabajaba las invertía en estudiar. Y en consecuencia a pasar muy pocas horas con mis chicos.
Menos mal que tengo un chico (léase marinovio) que es un sol y que me estuvo apoyando en todo. Muchas veces parecía un aita soltero😀
Bueno, que no tenía casi ni tiempo para respirar y una tiene unas prioridades y el blog paso al último puesto.
Como comprenderéis llegó el verano y mi cuerpo pedía descansar y desconectar. Porque durante seis meses que he estado a tope los fines de semana cuando me relajaba me solía doler la garganta o me encontraba fatal.
Además, sentía que estaba agotada física y mentalmente porque surgieron situaciones a nivel personal relacionadas con la salud que no me esperaba y que me llevaron a estar muy preocupada.
Después del verano, de descansar y desconectar junto a mi familia llegó la vuelta al cole, las vuelta a las clases de la universidad, al estudio. Y llegaron mis prácticas del último curso.
Ahora que ya han terminado esperó llegar a todo pero no os aseguro nada porque me queda el TFG (Trabajo de Fin de Grado). Esperó volver a organizarme en condiciones para llegar a todo y poder continuar con el blog, poder seguir contándoos cosas como hacía hace casi un año.
Esperó que me entendáis y sigáis por ahí!
Un beso
Judith