Hola a tod@s!!!
La verdad que yo no me puedo quejar del embarazo que tuve. Disfrute de él muchísimo aunque también tuve momentos de angustia por motivos familiares.
Prácticamente, desde el momento en el que me quede embarazada me dieron la baja por el convenio que tiene mi empresa. Por ello, pude disfrutar de todo el embarazo sin estrés. Me encantaba ver el progreso que iba haciendo mi tripa y sentir que con el paso de las semanas iba notando como mi bebe se iba moviendo dentro de mi.
No se si nos precipitamos un poco, pero la verdad que tardamos muy poco en contarle a las familias y amigos que estábamos embarazados. Yo necesitaba contárselo a mi madre para preguntarle todas las dudas que tenía en esos momentos.
Cuando se lo conté a mi abuela era la mujer más feliz del mundo como dijo ella iba a subir de rango.
Iban pasando las semanas y antes de llegar al segundo trimestres tuve dos disgustillos familiares que hicieron que en algunos momento me diesen bajoncillos pero a la vez me mantuviese fuerte.
En el tercer trimestre, vino ya el susto más gordo y definitivo vi como mi abuela se iba consumiendo con una neumonía. Además de todo lo que acarreaba durante casi todo mi embarazo. Esos día fueron los peores hasta que se apago por completo. La verdad que tenía una tristeza enorme pero físicamente me encontraba muy bien. Bueno pues al día siguiente, de lo de mi abuela, mi niña decidió que venía al mundo para traernos la mayor felicidad que se podía en los peores momentos.
Nació en la semana 38+1. El parto fue inducido porque llevaba bastantes horas con la bolsa rota. Las contracciones fueron cañeras por la oxitocina pero creo que para ser primeriza fue un parto rápido porque a las 9 de la mañana entraba por la puerta de urgencias y a las 18:15 había nacido nuestra enana. La verdad que el día del parto lo que ocurrió durante las horas previas a llegar a urgencias se puede contar como una anécdota para mi divertida para mi chico no tanto 😄
Y por ahora esto es todo, hasta la próxima!!!
Un besazo
La Familia Guindilla 